Si eres de los que piensan que el verano es sinónimo de sol, playa y diversión, te tenemos una mala noticia: en nuestro país, el verano también significa lluvias, inundaciones, tráfico infernal, metro colapsado y otros desastres naturales que nos hacen cuestionar nuestra existencia.
Pero no todo está perdido, hay algunas medidas de protección civil que podemos tomar para evitar convertirnos en víctimas de las inclemencias del tiempo. Aquí te dejamos ocho recomendaciones que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte (o entre llegar a tiempo o no a tu cita).
1. Ten una lámpara y un radio a pilas
No confíes en la luz eléctrica ni en el internet, cuando llueve a cántaros lo más probable es que se vayan y te quedes a oscuras y sin comunicación. Por eso, es importante que tengas una lámpara de mano y un radio portátil a pilas, para poder iluminarte y escuchar las noticias.
Así podrás enterarte de las indicaciones de las autoridades, los cortes viales, las zonas de riesgo y los chismes del espectáculo.
2. Aléjate de los objetos que se puedan caer
Cuando llueve y hace mucho viento, lo mejor es evitar estar cerca de cosas que se puedan desplomar o volar por los aires. Nos referimos a árboles, bardas, espectaculares, postes, cables de electricidad y demás objetos que podrían aplastarte o electrocutarte.
Si ves alguno de estos objetos tambaleándose o haciendo ruidos extraños, corre por tu vida.
3. No cruces calles con mucha agua o ríos
Aunque te creas Moisés y quieras abrir las aguas, no lo intentes. Las corrientes de agua que se forman en las calles pueden ser más fuertes de lo que parecen y arrastrarte sin piedad. Además, el agua puede ocultar coladeras sin tapa o baches gigantes que podrían tragarte.
Lo mismo aplica si vas en un vehículo, no te arriesgues a quedarte atorado o flotando en medio de la inundación.
4. Maneja con precaución
Si tienes la mala suerte de tener que manejar bajo la lluvia, hazlo con mucho cuidado, despacio y con las luces encendidas. Recuerda que el pavimento se vuelve resbaloso y la visibilidad se reduce. Además, respeta las señales de tránsito y no te metas en carriles confinados o invadidos por el agua.
Y si ves una corriente de agua muy fuerte, no seas valiente y mejor busca otra ruta.
5. Protege tus documentos importantes
Si vives en una zona donde la lluvia es tan intensa que provoca inundaciones graves o deslaves, tienes que estar preparado para una posible evacuación hacia zonas más altas. Para ello, necesitas una mochila de emergencia con lo indispensable y tus documentos importantes bien protegidos en una bolsa hermética.
No querrás perder tu acta de nacimiento, tu credencial de elector o tu boleto para el concierto de tu artista favorito.
6. Cuidado con la electricidad
Si además de la lluvia hay una tormenta eléctrica, evita el uso de maquinaria o herramientas metálicas. Tampoco uses tu celular si está conectado a la corriente eléctrica. Podrías recibir una descarga eléctrica o dañar tu aparato.
Mejor espera a que pase la tormenta para seguir con tus actividades o para revisar tus redes sociales.
7. No tires basura en las calles
Este consejo debería ser obvio, pero por si acaso te lo recordamos: no tires basura en las calles, sobre todo plásticos, botellas, latas o cualquier cosa que pueda tapar las coladeras. La basura es una de las principales causas de las inundaciones, ya que impide el desagüe del agua.
Además de ser un acto de civismo, no tirar basura es una forma de cuidar el medio ambiente y evitar que los animales se ahoguen o se intoxiquen con los desechos.
8. Ten paciencia y buen humor
Por último, pero no menos importante, ten paciencia y buen humor ante las lluvias. Sabemos que son molestas, incómodas y estresantes, pero también son necesarias para el ciclo del agua y la vida en el planeta. Así que en lugar de enojarte o angustiarte, trata de ver el lado positivo y disfrutar de la lluvia.
Puedes aprovechar para leer un libro, ver una película, tomar un café, abrazar a tu mascota o a tu pareja, o simplemente escuchar el sonido de la lluvia y relajarte.
Recuerda que después de la tormenta siempre sale el sol.”