Tener una mascota significa también tener a un compañero que requiere de amor y cuidados, por lo que es importante conocerlo bien y entender qué es lo que quiere decirte cuando emite algún sonido.
Respecto a los lomitos, la onomatopeya reconocida es la que suena como guau, y con la que intenta comunicar algo, pero no siempre logramos entender de qué se trata y aquí te dejamos una pequeña guía que te ayudará a mejorar el entendimiento con tu perrito.
De acuerdo con los expertos de Lone Tree Veterinary Medical Center, cada uno de los sonidos que emiten los lomitos puede significar diferentes cosas:
Ladridos
El más común de los sonidos de los perros puede significar desde advertencia o pedir ayuda, hasta felicidad y el cómo identificar cuál es cuál depende del tono en que se escuche.
Por ejemplo, si el ladrido es repetitivo y agudo, puede significar temor o angustia; si es un poco ronco, puede ser que tu peludo quiera jugar y finalmente, si es en tono bajo y parece un gruñido, significa que algo lo está haciendo enojar y es mejor alejarse.
Aullidos
Si tu perro comienza a aullar, puede que quiera llamar a otros caninos o incluso a su propio dueño porque siente que no le están prestando mucha atención o está en una situación que lo hace sentir estresado.
Llanto
Si el lomito comienza a hacer un ruido que parece un lloriqueo, lo más probable es que sienta ansiedad porque quiere algún juguete, salir a pasear o quiere comer. Esto dependerá del contexto en que suceda.
Por otra parte, si tu mascota muestra actitudes diferentes como poca energía, no quiere levantarse o comer y además hace este sonido de llanto, lo mejor es consultar a un veterinario, pues puede tratarse de un tema médico.
Gruñido
En estos casos también es importante identificar la actividad que esté realizando el lomito, ya que el gruñido generalmente significa que sienten una amenaza y están listos para defenderse.
En otro caso, si alguien está intentando jugar con el perro y éste comienza a gruñir, pero también mueve la cola, entonces solamente se trata de su forma de decir que está listo para jugar también.
Finalmente, es necesario conocer bien las actividades que nuestra mascota realiza con frecuencia, así se puede detectar cualquier anomalía y acudir con su veterinario de confianza.