A lo largo de las diferentes encarnaciones de Spider-Man en el cine, hemos visto a varios talentosos actores asumir el papel del trepamuros. En cada adaptación, una escena recurrente que destaca el icónico sentido arácnido de Spider-Man es aquella en la que este habilidoso superhéroe siente una amenaza inminente. Tobey Maguire, en la trilogía dirigida por Sam Raimi, nos llevó a través de innumerables secuencias en las que su Peter Parker experimenta ese hormigueo característico, alertándolo de los peligros que acechan en las calles de Nueva York.
Andrew Garfield en The Amazing Spider-Man, la versión dirigida por Marc Webb, brindó su propia interpretación de este momento crucial. Con su aguda intuición arácnida, vimos al también actor de El misterio de Silver Lake y Tick, Tick…Boom! reaccionar con velocidad y agilidad sobrehumanas cuando su sentido de alerta se activa, lo que le permitía salvar vidas y enfrentar villanos con una ventaja inigualable.
Tom Holland, el último actor en asumir el papel, ha llevado el sentido arácnido de Spider-Man a una nueva dimensión. Su interpretación capta la juventud y la frescura del personaje, pero también resalta la intensidad de sus sentidos cuando se desata una amenaza. Ver a Holland, ya sea en Avengers: Infinity War o Spider-Man: Sin camino a casa, confiar en su sentido arácnido en situaciones críticas ha sido un elemento emocionante y fundamental en su interpretación del personaje en el Universo Cinematográfico de Marvel.
Así funciona el sentido arácnido de Spider-Man, según la ciencia
Un experto en arañas ha opinado sobre el realismo científico del famoso sentido arácnido de Peter Parker y, sorprendentemente, la superpotencia tiene alguna base en la realidad. El Dr. Dan Dombrowski, director de Ciencias Veterinarias del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, analiza la precisión de los poderes de Spider-Man en el mundo real y explica cómo la conciencia sobrehumana de Peter de su entorno es importante. El especialista, en un video para Fandom, dice que todo se reduce a algo llamado tricobotria, las pequeñas “estructuras parecidas a pelos” que se encuentran en el exoesqueleto de una araña.
“Son tan sensibles que pueden detectar movimiento, incluso al nivel de las moléculas”, señala Dombrowski. “Entonces, una araña con estas pequeñas estructuras parecidas a pelos [tendría] la capacidad, potencialmente, de interpretar su entorno… Obtienes movimiento de estos pelos desde diferentes direcciones, por lo que cualquier cosa, desde el movimiento de un animal o algo que pudiera causar cualquier vibración, ya sea en sus redes o en el suelo, la pueden captar”.
Si bien las arañas no pueden sentir el peligro que se avecina con anticipación, como suele hacer Spider-Man cuando enfrenta a Venom o Carnage, Dombrowski confirma que los arácnidos tienen un tipo similar de hiperenfoque utilizado con frecuencia por el trepamuros de Marvel. El médico dice que esta capacidad de una araña para sentir su entorno también puede compararse con la forma en que Daredevil utiliza la ecolocalización en sus aventuras.