La espera está por terminar para los habitantes de la Ciudad de México, ya que se acerca el inicio de la tan anhelada temporada de lluvias. Según los pronósticos emitidos por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que las lluvias constantes lleguen a la capital mexicana antes de que concluya el mes de junio.
Mientras tanto, el calor implacable continúa afectando a todo el territorio nacional, ya que la tercera onda de calor ha persistido durante casi un mes en toda la República Mexicana, incluyendo a CDMX. Las temperaturas han superado los 30ºC, lo que ha llevado a los capitalinos a cuestionarse cuándo se producirá el tan esperado cambio climático.
Históricamente, las lluvias solían hacer acto de presencia a finales de abril o principios de mayo, por lo que el retraso en el inicio de la temporada de lluvias ha generado incertidumbre entre la población. Sin embargo, el SMN ha proporcionado un pronóstico alentador al prever un cielo parcialmente nublado por la mañana y un ambiente temprano en la capital del país. Se espera que las temperaturas mínimas oscilen entre 14 y 16ºC, mientras que durante la tarde el termómetro podría alcanzar los 31 a 33ºC.
¡Bendita lluvia!
En relación a la tan esperada respuesta de cuándo dará inicio la temporada de lluvias en la Ciudad de México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) había realizado un pronóstico que apuntaba al 15 de mayo como la fecha de inicio en todo el territorio mexicano. Sin embargo, la situación ha sido atípica en la capital, donde las tormentas han brillado por su ausencia.
Pero ahora, finalmente, la temporada de lluvias se acerca a la Ciudad de México. De acuerdo con los pronósticos del SMN, se espera que la tan ansiada lluvia haga su aparición el próximo sábado 24 de junio, con una probabilidad del 40%. Aunque se trata de lluvias aisladas, este acontecimiento es motivo de esperanza para aquellos que han anhelado la llegada de precipitaciones que refresquen y revitalicen la metrópoli.
La llegada de la temporada de lluvias trae consigo una serie de beneficios para la Ciudad de México, como la renovación del agua en los mantos acuíferos y la reducción de las altas temperaturas que han afectado a la población en los últimos meses. Además, es una oportunidad para apreciar el lado más verde y revitalizado de la ciudad, que contrasta con el paisaje seco y árido que ha predominado durante la prolongada sequía.