La cuarta temporada de Orange Is The New Black nos dejó al filo de la butaca. El explosivo alboroto provocado por la muerte prematura de Poussey, combinado con la rabia y el luto que sienten las reclusas, escala rápidamente hasta convertirse en caos absoluto. En los momentos finales, todo llega a la cabeza con una determinada Daya ahora en posesión de una pistola y queda claro que, no importa cual sea el resultado, la vida en Litchfield nunca volverá a ser igual. Iniciando en dónde nos quedamos, la quinta temporada nos regresará a ese polémico momento en los pasillos de la cárcel en donde las decisiones tomadas afectarán para siempre a los que están adentro y afuera de sus puertas.
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